Lo último que me escribió fue que yo era el ser humano mas interesante que ha conocido. Me molesta esa asignación tan impersonal. Antes, me había dicho que confundió un carnaval de luces con un patético juego de policías en el parque de Heredia.
Las cosas no comienzan, yo las fragmento y las cuento desde dónde yo quiero que comiencen. Las primeras tres palabras no las recuerdo, pero fueron tres, después abrí el libro de Alejandra Pizarnik y olía a cigarros, y después abrí uno de cigarros y olía a mantequilla de maní. En la feria del libro, no sólo encontras libros, también estaba él con un sombrero todo bonito y una camisa de esas que yo consigo en Sinaí. Yo me le escondía, soy tan chusma que lo stalkeo en fb y así. También estaba un "escritor", que no entiendo como llego a ganar un premio de literatura. Mi aberración no se debe a su obra, es a esa mirada de te cojo ya mismo puta. Igual, no me interesa mucho lo que pase con él. Ese día andaba feliz, porque la Majito blanca y de pelo largo me había alegrado la tarde, y después estaba el flaco con una camisa de puntos negros que me chocaban en la cara cada vez que lo abrazaba.
( Ya eran como las 7 y paso un instante de no se que, tenía el colectivo uve en mis manos y yo veía la panocha de la portada y pensaba que quería leerla, pero a la vez recordaba la mantequilla de maní respirandome en el oido, un libro usado con una carta de amor que no compré por agarrada, y mientras, lo veía a él hablando de música con unos amigos. Aveces me aguanto las ganas de tirarmele encima, aveces no. Yo sólo quería llevarmelo para mi casa, que aguantara despierto mas de cinco minutos en la pelicula y que mi hermana no tocará la puerta nunca. )
Después...eh, le confesé que siempre había querido saber que significaba el circulo que tiene tatuado en el brazo, que yo me inventaba historias acerca de su vida, que sabía que el leía demasiado, pero no le gustaba presumir y que eso me gustaba, que yo hablaba descontrolada y que me perdonara por eso. Le dije que iba a pedir el último vodka y que ya pronto nos íbamos. Yo me levante para ir al baño y me metí al de los hombres, después me sacaron y me llevaron al de las damas, porque aunque estaba media borracha uno no deja de ser una dama. Tenía los cachetes rojisimos. Como los de Angie cuando tomaba mucho, pero yo no había tomado mucho.
El profesor tiene una aglomeración de pelos en el antebrazo, un circulito pequeño que no dejo de verle cuando habla. Mi compañero de la par estaba leyendo algo, yo me pregunto si él notara la isla peluda del profe y su mania de rascarse la calvicie cada 4 minutos. No se nada, solo se que una semana antes estabamos en un bar, él comparando nuestro encuentro con un capitulo de un libro de Yolanda Oreamuno y yo tratando de descifrar su parecido con una caricatura que recuerdo haber visto algún día. Después me dijo que yo era el humano mas interesante que ha conocido. Todo esto no hubiera pasado si yo no hubiera ido a la feria del libro el viernes.
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